Las consecuencias de tener gordofobia

Es importante que reconozcamos la gran influencia que tienen los prejuicios en la atención que recibimos cuando estamos embarazadas. La historia de Aicha ilustra los peligros de las creencias gordofóbicas. Casi le cuestan la vida, la salud y la de su hijo.

Aicha Martin

3/18/20242 min leer

Hola a todos! Me llama Aicha y actualmente estoy embarazada con mi segundo. Estoy escribieno esto para alumbrar a los efectos negativos que pueden surgir cuando las profesionales tengan perjuicios. En mi caso, el perjuicio era el gordofobia.

A las 38 semanas tenía una fisura en la bolsa de agua y, según el protocolo del hospital, me tuvieron que inducir el parto (en ese momento no sabía que no era necesaria). Llegué a los 2 cm y el personal me recomendó que me pusiera la epidural para acelerar el parto. Lo que no sabía es que la epidural no acelera el parto, sino que lo ralentiza, sobre todo cuando estés en la primera fase del parto. Uno de los recuerdos que aún me duelen es la cantidad de intentos fallidos de insertar una cánula. Puede parecer algo insignificante, pero todavía me afecta. Imagínate estar de parto (inducido para ser precisos, que es más doloroso) y que la gente falle repetidamente al insertar una cánula. No es divertido, te lo aseguro.

De todos modos, el anestesista que me puso la epidural eligió una aguja más grande de lo normal debido a sus creencias gordofóbicas. Además, introdujo la aguja a demasiada profundidad, y acto seguido me desmayé durante unos 30 minutos. Como puedes imaginar, esto afectó significativamente al suministro sanguíneo hacia mi bebé. Cuando volví a estar consciente, el mismo médico se ofreció a intentar de nuevo la inserción de la epidural... mi marido y yo nos quedamos perplejos y sorprendidos. Nos negamos en redondo.

En resumen, al final me hicieron una cesárea de urgencia (lo cual no es una sorpresa) y descubrí que mi bebé tenía graves problemas respiratorios y estuvo a punto de morir (supongo que se debió a que me quedé inconsciente). Debido a la cantidad de medicamentos que me inyectaron, al estado de mi bebé y al trauma, la lactancia fue un desastre.

Esta vez quiero hacer las cosas bien. Entiendo que no tengo pleno control sobre todo, pero quiero dar pasos diferentes. Esta vez quiero dar a luz en la seguridad de mi hogar, con la gente que quiero y una comadrona en la que confío. Quiero que este parto sea un renacimiento de mí misma como madre que ha sanado.

*Puesto que los partos en casa no están integradas en el sistema español, las familias tienen que buscar atención privada y deben pagar por ella. Por desgracia, esto crea una barrera entre los que pueden permitírselo y los que no... algo que no tolero. Aquí está la página de gofundme que Aicha hizo para ayudar a recaudar los fondos necesarios para tener el servicio de parir en casa.*

https://www.gofundme.com/f/ayudame-a-tener-mi-parto-en-casa?utm_campaign=p_lico+share-sheet-first-launch&utm_medium=copy_link&utm_source=customer

(Un comentario de Midwifebo)